La medición. El proceso de medir descansa sobre la diferenciación entitativa entre individuo y atributo. Las mediciones registradas, dentro de un ámbito de definiciones y reglas, constituyen datos, a partir de los cuales se puede derivar información. Medir es asignar de forma sistemática símbolos a los objetos en función de la variación de sus atributos.
Las escalas de medida. No todas los atributos de los objetos se pueden medir de la misma forma. Unos permiten aproximaciones mas precisas que otros. La cantidad de información de los datos depende de la escala de medida en que se hayan practicado las mediciones. Las escalas de medida establecidas por Stevens en 1946 son 4, y cada una aporta sobre la anterior un grado en las propiedades del nivel de medición.
Indicadores. El problema de la formación de un sistema de indicadores afecta a todas las ciencias que trabajan con medidas empíricas. El reto consiste en encontrar hechos u objetos cuyas propiedades observables y mensurables representan las dimensiones teóricas implicadas en la investigación que no son directamente asequibles por observación. Es claro que esta es una tarea previa a la toma de medidas, y que no puede responderse desde las propios datos; pero si no se resuelve poco o nada puede aseverarse sobre las hipótesis de investigación. Existen varios procedimientos, algunos muy complejos, para construir indicadores. En todo caso, es necesario que la variabilidad del indicador refleje con precisión la variabilidad del fenómeno que representa.